Una vez preparado el embudo, el alumnado recogió 150 gramos de tierra de suelo del patio del IES y de suelo de huerta y los colocaron sobre la malla metálica y la de tela. Luego, humedecieron la tierra con agua para que los seres vivos que la habitaban tuvieran mayor movilidad y aplicaron luz para que, al huir de ella hacia el interior del embudo, atravesaran las mallas y cayeran al alcohol etílico, donde quedarían fijados para su posterior análisis. De este modo, observaron, cuantificaron e identificaron la presencia de microorganismos invertebrados como ácaros y cochinillas, entre otros, indicadores de la calidad del suelo.
Los datos muestran que tanto la abundancia como la diversidad de organismos en el IES es muy escasa en comparación con la huerta. Una vez desenterrados los objetos, comprobaron que la ropa interior, el tapón y la cáscara de plátano se habían degradado más en los suelos agrícolas. “El único objeto que sufrió una mayor degradación en el patio del colegio que en la huerta fue la bolsita de té”, añade Lourdes Morillas.
La experta añade que esto se puede deber a que, dado que el suelo de la huerta tiene una alta cantidad de materia orgánica, los organismos del suelo no se ven obligados a atravesar la bolsa del té para acceder a ella. Sin embargo, el suelo del IES tiene un muy bajo contenido en materia orgánica y, por tanto, a la microfauna le compensa hacer el esfuerzo de atravesar la bolsa de té para acceder al poco alimento que tienen a su disposición.
Del suelo a las aulas
De este modo, este equipo de científicos-ciudadanos considera que es posible acercar la investigación científica a las aulas y a los entornos cotidianos, implicando activamente a jóvenes y comunidades locales en el estudio de su entorno. Con este trabajo, el alumnado propone una herramienta sencilla y replicable para evaluar la salud del suelo, fomentar prácticas agrícolas más sostenibles y despertar vocaciones científicas desde edades tempranas.
El proyecto está cofinanciado por la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, responsable de las políticas de investigación e innovación de Andalucía, de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, de Fundación Ibercivis precursores del Observatorio de la Ciencia Ciudadana en España, el Instituto de Academias de Andalucía, la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, la Sociedad Andaluza para la Divulgación de la Ciencia y la ONCE Andalucía.
Más información en la página web https://fundaciondescubre.es/andalucia-ciencia-ciudadana/